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[Reseña] X-Men '97: Bienvenida nostalgia, bienvenido regreso

No se puede desestimar la importancia del regreso del clásico animado de los 90, X-Men: La Serie Animada, considerando el gigantesco impacto que tuvo en la cultura popular. Fue gracias a esa animación que muchos, especialmente en Latinoamérica, conocimos a los mutantes creados por Jack Kirby y Stan Lee, mucho antes que los cómics.

Ahí tuvimos nuestro primer acercamiento real a los mutantes y su eterna lucha por ser aceptados y coexistir con los humanos, que los desprecian por ser diferentes, por creer que los van a extinguir y desplazar. Para bien y para mal, esos mensajes no han envejecido nada, con los pupilos de Charles Xavier usando sus asombrosos dones para proteger a un mundo que los odia y teme hasta la actualidad.

Fuertemente inspirada en la era de Chris Claremont, especialmente desde la internacionalización del cómic con el Giant-Size X-Men #1 de Len Wein y Dave Cockrum, la serie nos entregó grandes adaptaciones de historias emblemáticas como La Saga del Fénix o Días del Futuro Pasado, permitiendo acercar los personajes y estos relatos a un público masivo sin la necesidad de leer múltiples cómics para entender todo. Para muchos, fue nuestra puerta de entrada a las grandes historias de los X-Men antes de las películas, antes de que existieran los universos cinematográficos, por lo que su abrupto final dejó a varios con gusto a poco.

Es ahí donde entra X-Men '97, el primer proyecto de los mutantes producido por Marvel Studios, dentro de su división Marvel Animation, que se presenta como una continuación directa de los eventos de la serie original, cuyo resultado es un perfecto balance entre nostalgia y renovación, abrazando el pasado para construir un futuro brillante donde toda historia es posible, sin importar los riesgos.

Si son conocedores de las historias de los cómics de X-Men, saben que cualquier cosa es posible y las sorpresas están siempre a la vuelta de la página.

Ha pasado un año desde los eventos de desenlace original de la serie, emitido en septiembre de 1997, donde el equipo de mutantes se queda en la Tierra sin su guía y mentor, con un moribundo Charles Xavier siendo llevado por Lilandra hasta el mundo natal del imperio Shi'Ar.

Técnicamente, el Profesor X ha muerto y su ausencia pesa en sus pupilos, con Scott Summers intentando mantener al equipo unido mientras sigue batallando con el liderazgo. Considerando también que Jean Grey está embarazada, son múltiples los conflictos para Cíclope.

Obligados a enfrentarse a un nuevo futuro peligroso e inesperado, el giro más importante llega de parte de Magneto: el Profesor X le dejó todo lo que construyó al amo del magnetismo, según su última voluntad, convirtiendo a Erik Lehnsherr en el nuevo líder de los X-Men.

Con una fantástica animación del estudio surcoreano Studio Mir, el mismo de Avatar: La leyenda de Korra y Mis Aventuras con Superman, que permite entregar algunas de las mejores secuencias de acción protagonizadas por los mutantes en la animación -y acaso el mejor superhero landing-, la serie sigue manteniendo ese aire noventero que tan bien marcó a toda una época.

Desde el grano en la imagen a la estética visual, manteniendo los colores, diseños y trajes de los personajes -para muchos, el diseño definitivo-, hasta la rigidez de los movimientos, todo se siente como una continuación natural de la serie original, para luego responder, y a lo grande, cómo hubiera sido la acción y la animación de los 90 en la actualidad. La batalla contra los Centinelas del primer episodio es una gran prueba de ello, combinando lo mejor de la animación tradicional con algunos toques digitales.

La música también es un factor clave, partiendo por el regreso de ese himno generacional que es el tema principal compuesto por Haim Saban y Shuki Levy. Con una secuencia de inicio actualizada, es la mejor forma de dar el vamos a este regreso. The Newton Brothers son los encargados de musicalizar la serie, dando un toque moderno a los sonidos que marcaron a los 90 en la animación.

Pero nada de esto funcionaría si no viniera de la mano de una buena historia y es ahí donde sobresale. Teniendo a Beau DeMayo como guionista principal (el escritor fue despedido antes del estreno, pero ya había escrito toda la segunda temporada -ya confirmada- y se encontraba evaluando ideas para un tercer ciclo junto a su equipo), se toman riesgos y caminos que no hubiéramos esperado en la serie original, recurriendo a grandes y representativos relatos de los cómics. Todo desarrollándose con naturalidad, retomando tramas y relaciones de la serie de los 90 e impulsando a los personajes hacia caminos no explorados, con múltiples giros y sorpresas.

Personajes como Morph, Magneto, Gambito y Júbilo crecen mucho, especialmente el primero, pero quien más favorecido sale es Cíclope con su recorrido para validarse como pilar del equipo, incluso cuando Erik entra en escena o cuando una importante revelación quiebra todo lo que creíamos. Nadie sale más golpeado que Scott en estos primeros episodios.

X-Men '97 puede ser un viaje nostálgico, pero también es un contundente golpe de realidad en el que se nos recuerda lo poco que hemos cambiado como sociedad desde los 90 y lo mucho que hemos retrocedido en varios aspectos. Los mutantes siempre han sido un reflejo de las minorías, de aquellos que luchan por lograr su espacio en la sociedad, y muchas verdades se dicen en potentes diálogos. Son mutantes, pero podemos estar hablando de cualquier grupo minoritario y los mensajes llegan de igual forma. La sociedad puede empezar a aceptarlos, pero siempre habrá alguien que tratará de frustrar cualquier avance. Bien representada está aquella parte de la población que cree que los mutantes se volvieron progres hoy.

Ya hemos visto los primeros tres episodios y es un regreso casi perfecto, con X-Men '97 logrando conquistar tanto al fan nostálgico como a aquel que busca nuevos horizontes, siendo un regreso renovado y absolutamente justificado. A mí, mis X-Men.