[Reseña] Attack on Titan: El Ataque Final | Un desenlace que pedía retumbar en la gran pantalla
Sin entregar nada realmente nuevo, la conclusión sigue siendo impecable y agradece el tratamiento cinematográfico.
¿Qué es la libertad? ¿Qué costo estamos dispuestos a pagar para obtenerla? En los tiempos que corren, donde términos como genocidio y guerra son horrores muy reales en el mundo, esas preguntas azotan con más fuerza en el desenlace de Shingeki no Kyojin (Attack on Titan) en un llamado a no dejarnos gobernar por el miedo.
A más de una década del debut de la adaptación al anime, que tuvo a Wit Studio produciendo las primeras tres temporadas y a MAPPA tomando el testigo desde el episodio 60 hasta la conclusión emitida en 2023, Attack On Titan: El Ataque Final (Attack on Titan The Movie: THE LAST ATTACK) llegó a los cines para revivir la conclusión en la gran pantalla, un tratamiento cinematográfico que pedía con creces luego de que viéramos los últimos episodios en la pantalla chica.
Este dramático y potente desenlace no entrega nada nuevo a la conclusión de la historia creada por Hajime Isayama, que ya se vio modificada para mejor en su traspaso del manga al anime, siendo simplemente una película recopilatoria que refina visualmente lo que ya vimos en 2023.
Bajo la dirección de Yuichiro Hayashi (Dorohedoro, Kakegurui) y producido por el estudio MAPPA (JUJUTSU KAISEN, Chainsaw Man), reúne las dos partes del Attack on Titan Final Season THE FINAL CHAPTERS con imágenes mejoradas para el estreno en cines y sonido envolvente 5.1, además de sumar una escena post-créditos que más bien es un regalo para los fans que un verdadero aporte a la historia.
El resto se encuentra inmutable. Es que, tal como dijo Hayashi en su momento, "originalmente dibujé los guiones gráficos (para los dos especiales finales) con la idea de que se viera como una sola película", por lo que el traspaso cinematográfico se siente natural y no requiere mayor tratamiento.
Dividida en cinco episodios claramente definidos, la película recopilatoria inicia con el destructivo Retumbar en la mortal misión de Eren para erradicar a la humanidad como única solución posible para proteger a la isla de Paradis. Amigos y enemigos se verán trabajando juntos para detener este genocidio, en una verdadera carrera contra el tiempo.
La acción nunca se vio mejor, con secuencias que realmente agradecen el poder verse en la gran pantalla, permitiendo observar cada detalle, cada movimiento, cada ataque. La emoción de estos instantes traspasa la pantalla y llega con fuerza al espectador. El trabajo de animación tampoco se vio mejor que en una pantalla gigante. Este es el mayor aporte de esta película recopilatoria, justificando con creces su estreno en cines.
Ahora, la historia es la misma que vimos en 2023, pero nosotros no somos los mismos. El mundo cambió demasiado rápido y mucho de los temas de Shingeki no Kyojin terminan siendo más cercanos de lo que nosotros hubiéramos esperado. De ahí que nos preguntemos qué es la libertad hoy y qué costo estamos dispuesto a pagar con tal de alcanzarla.
En el conflicto de Attack on Titan, las principales víctimas son los niños. Infancias interrumpidas por la guerra, la tragedia y la violencia desde hace 2.000 años, con una joven llamada Ymir, llevando a caminos terribles y decisiones desastrosas. Eren nunca dejó de ser ese niño marcado por la guerra, uno que no pudo soportar el tremendo poder que se le entregó, cometiendo acciones realmente imperdonables justificándose en el amor por los suyos.
No hay una apología a la guerra y a la violencia en este desenlace, teniendo ahí la mejor revisión con respecto a lo leído en el manga. Los humanos podemos cometer errores, horribles e incalificables, en nombre de lo que más amamos. Eso no es motivo de justificación, porque nos dejamos gobernar por el miedo y desvirtuamos ese amor hacia su forma más cruel. El fin, alcanzar la libertad, no justifica los medios. No merecemos el perdón por esas acciones, sino que el infierno mismo y ahí no estaremos solos.
Con conflictos bélicos a la orden del día en el mundo actual, los fatalistas créditos finales de esta película recopilatoria golpean con mayor fuerza. Aunque nuestros héroes hayan salvado a una parte de la humanidad, esta no aprenderá nada. Solo queda resignarnos a la aniquilación propia de la raza humana, por las razones que sean. Podremos romper con la era de odio mutuo, pero los humanos siempre encontraremos la forma de sepultar los avances y buscar una manera de hacernos daño entre nosotros.
Por ello, no debemos ser gobernados por el miedo a los demás ni justificar nuestras acciones por amor a lo que sea, o acabaremos destruyéndonos en un ciclo de nunca terminar.
Attack on Titan: El Ataque Final se estrenó este jueves 27 de febrero en cines.