¿Cómo vamos con la firma electrónica?
El avance de la tecnología combinado con el distanciamiento social es el escenario ideal para apurarnos en este tema.
Este ha sido un año marcado por la pandemia y el confinamiento, en el que las restricciones de movilizarnos se han mantenido por más de seis meses, todo con la intención de reducir al máximo el distanciamiento social y evitar lo más que se pueda el contagio de este maldito COVID-19 que aún se niega a dejarnos en paz.
Sin embargo, la vida ha tenido que continuar, a distancia claro está y los trámites legales han debido seguir haciéndose, con el consiguiente riesgo de no cumplir con la mínima distancia debido a las restricciones de ingreso que sí o sí terminan en aglomeraciones.
Y aquí la tecnología resulta fundamental, sobre todo cuando en la mayoría de los hogares se ha tenido que mutar forzosamente a lo virtual desde el teletrabajo hasta las clases escolares. Aunque hay algo que ha quedado en el tintero o más bien no ha tomado la relevancia que tiene, la firma electrónica, esa que permite poner nuestra “mosca” a distancia para cerrar trámites.
Con esta tecnología activa, de partida nos ahorraríamos varios trámites en Notarías, por ejemplo. Aquí contratos de arriendo, poderes simples y otros documentos podrían perfectamente firmarse a distancia, sin limitarse a comunas o regiones.
Según Christian Rodiek, fundador de FirmaVirtual, esta manera de firmar documentos “ayuda a agilizar los trámites, porque desocupa las notarías físicamente. Habrá menos aglomeración, menos filas y permitirá que esos trámites que sí o sí deben hacerse en el lugar sean más rápidos”.
Algo similar ocurre en el proceso de matrícula que durante este tiempo comienzan para diferentes instituciones educacionales, como los colegios, en la que debemos esperar el día y horario señalado para ir a firmar los documentos necesarios para el año 2021. La mayoría de las veces hay filas y toma más tiempo del debido, a lo que hay que sumar las condiciones sanitarias actuales debido a la pandemia.
La empresa FirmaVirtual explica que este proceso de matrícula, que generalmente toma un par de meses, se podría reducir a semanas solo por contar con una plataforma de firma electrónica. “No solo se elimina el trámite físico, sino que también los tiempos y se protege la salud de apoderados y trabajadores del establecimiento al reducir la cantidad de personas que concurren de manera presencial”, aseguran.
Ahora, solo falta comenzar a facilitar el cambio que partió por las casas y trasladarlo a las diferentes empresas y servicios para que aprovechen la tecnología existente y permitan la firma virtual. Las herramientas están.